«Una novela que nos muestra que el amor no tiene edad ni fronteras. Una historia sobre la vida, el crecimiento personal y la importancia de correr riesgos, y que nos enseña que, en ocasiones, es necesario arriesgar para descubrir quiénes somos realmente».

Alana tiene veintiún años y una vida organizada, aparentemente perfecta y estable. Acaba de terminar su carrera universitaria y tiene un plan de futuro claramente definido, en el que el apoyo de su familia es el pilar principal. Todo lo contrario a Hans, que a sus treinta y cuatro años puede asegurar tener la vida que siempre ha soñado, llena de aventuras, sin ataduras, rumbos fijos ni compromisos.

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Tras una jugada maestra del destino, sus caminos se unirán y, a pesar de las barreras evidentes como la diferencia de edad, de estilos de vida y de expectativas, Alana y Hans sentirán una atracción innegable que no podrán ignorar.

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A ella le atrae la espontaneidad y libertad de Hans.

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A él le fascina la determinación y sencillez de Alana.

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Ambos tendrán que salir de su zona de confort y enfrentarse a sus mayores miedos si quieren superar sus diferencias y encontrar un equilibrio común. ¿Serán capaces de lograrlo?

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Porque, a veces, las mejores cosas suceden cuando menos las esperamos.