Soy mujer, esposa, madre trabajadora, escritora y varios calificativos más, pero sobre todo soy una cosa: una superviviente.

Por todas las veces que me quejé por tener que ir a trabajar y no poder quedarme en casa con los niños.
Por los días en los que no me apetecía coger el coche porque me daba pereza.
Por aquella ocasión en la que puse una excusa barata para no asistir a un cumpleaños o a una reunión con amigos.

Si pudiera volver atrás y contestarme a mí misma a todas esas veces, me diría: deja de hacer el imbécil y haz el favor de salir, desconectar, disfrutar y respirar; ya tendrás tiempo de encerrarte, porque en marzo del 2020 vendrá una pandemia que te pondrá al borde de un ataque de nervios, jugará con tu cordura y explotará tu vena más creativa. Pero eso nadie podía saberlo de antemano, ¿no?

Pues ese día ha llegado, y aquí está el resultado.
Pasen y vean, está permitido reír e incluso disfrutar con mis desgracias.